Fue el único escultor que hizo un
busto del prócer cuando éste vivía; luego le pidió hacer su estatua.
“El muchacho”. Así llamaba
Domingo Faustino Sarmiento a Víctor De Pol, un escultor veneciano que se pasó
dos meses haciendo un busto del prócer, convirtiéndose en el único artista que
lo esculpió en vida. Fue el mismo Sarmiento quien le pidió que, cuando muriera,
él hiciera su estatua. Esto se cumplió al pie de la letra 13 años después de su
fallecimiento. La obra, que es una alegoría a la educación, fue colocada en la
plaza 25 de Mayo en 1901. Y Víctor De Pol estuvo presente en la inauguración.
Inclusive hay quienes afirman que uno de los niños que esculpió sería el nieto
de Sarmiento.
Pero a pesar de haber sido uno de
los escultores más importantes de fines del siglo XIX y principios del XX, hay
poca bibliografía que habla sobre su vida. La mayoría del material existente se
refiere sólo a su obra. Es por eso que, hace dos días, la museóloga Mafalda
Guerrero sacó a la luz un material inédito sobre el escultor que elaboró el
historiador sanjuanino César Guerrero (su padre) hace 30 años. La fuente que
tuvo Guerrero para hacer esta biografía fue Gloria De Pol, una de las hijas del
artista.
En los escritos que le mandó a
Guerrero en 1970 Gloria De Pol habla sobre la relación que su padre entabló con
Sarmiento: “Le había tomado un gran cariño a mi padre, que no tenía más de 21
años. Y una vez concluido el busto, Sarmiento no admitió que otro artista lo
retratara, más que mi padre”. Es por eso que años después, esculpió otros
bustos que están distribuidos en distintos puntos del país.
Todo esto hizo que el Gobierno
argentino lo contratara, no sólo para realizar una de las estatuas más
importantes del prócer, sino también para hacer grandes obras escultóricas que
hoy están en La Plata.
También esculpió a Mitre, Roca, Joaquín V. González y hasta
Avellaneda. Hay esculturas de De Pol distribuidas por todo el país. Y en Buenos
Aires, el Museo de Bellas Artes tiene una sala de exposición que lleva su
nombre.
La prolífica obra que llevó a
cabo hizo que el escultor se instalara en Argentina en 1887. Fue en este país
donde se casó, tuvo a sus hijos y murió en 1925. Sus restos se encuentran en el
cementerio de La Recoleta ,
en Buenos Aires.
Pero De Pol no sólo fue famoso en
estas tierras. Descendiente del legendario Marco Polo, esculpió obras por casi
todo el mundo. Entre las más famosas están las que se encuentran en el palacio
de Buckingham, en Gran Bretaña.
En San Juan, además de la estatua
de Sarmiento, también hizo la de Antonino Aberastain, que está en la plaza que
lleva su nombre. Le quedó como deuda pendiente el monumento a Guillermo Rawson,
que no pudo realizar porque se enfermó y meses después murió.
Por Mónica Martín - Diario de Cuyo
Por Mónica Martín - Diario de Cuyo